miércoles, 26 de marzo de 2014

LIBRO 3 No. 30 LO MÁS AGRADABLE A MI CORAZÓN ES LA HUMILDAD

 

“Lo más agradable a mi Corazón es la Humildad”.

 

 

virgen-maria-la-magnifica-2-289x300

 

Hijitos míos. En verdad os digo, lo más agradable a Mi Corazón es la humildad y Yo os he dado ejemplo de ello, siendo Yo Dios dejé todo para venir a vosotros y así, haciéndome pequeño, os he dado esta comparación. Para que lleguéis a Mi Reino tendréis que alcanzar esta pequeñez, porque Mi Reino es de los humildes, jamás de los soberbios.

Ved y veréis que María tiene también esta virtud, que le alcanzó ser la Madre del Verbo. Yo os pido siempre la humildad, sentíos los últimos y seréis los primeros, jamás os exaltéis y Yo os glorificaré como Mi Padre me glorifica.

Pequeño es aquél que no tiene rencor, que no tiene envidia, que no se ama a sí mismo despreciando a los demás, que ve en los demás las virtudes y no los defectos.

Es por esto que Yo os digo: nada es más agradable a Mi Corazón que un alma humilde, porque se asemeja a Mi Corazón.

1986 Diciembre 18, 13:20 Hrs.

Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor

miércoles, 19 de marzo de 2014

LIBRO 3 No. 29 “ESTAD EN GRACIA DE DIOS. YO OS EXHORTO HERMANOS PORQUE EL TIEMPO ESTÁ CERCA”

 

“Estad en gracia de Dios, Yo os exhorto hermanos, porque el tiempo está cerca”

 

SAN JOSE 3

 

Si es verdad que estáis conscientes, si estáis viviendo vuestra vida sin pensar que sois eternos, bien habéis podido observar hermanos la naturaleza, no sólo en donde estáis viviendo sino en todo el mundo, como si de pronto se desatara y ya no dejara tregua para el hombre que hoy en día sufre la gran tribulación.

El sol quema, el aire muge, el mar brama y, en fin, la naturaleza quisiera ser desatada para acabar con el hombre y todo esto es causa del pecado, la peste, la guerra, el odio, el hambre, la desolación del cuerpo y del alma ya sólo se ve donde quiera, algunos se han acostumbrado ya a ver todo esto sin dar ningún interés mas que seguir gozando, porque son pocos los que se detienen para ver todas estas cosas y deseando que se acabe el pecado, piden perdón y se alejan de la ocasión de ofender al Señor.

Cuántos hay que nunca piensan en arrepentirse, de llevar una vida de amor, creen los insensatos que son eternos y que la vida que se les ha dado es para gozar, derrochando, atesorando y viviendo en pleno pecado, para esos no existe más que el momento, no piensan que llenarse de gloria, de hartarse como lo hacen los marranos que se les da y ellos quieren más y están felices en el lodo, en la suciedad. Qué pena me causa decir esto a mis hermanos porque así es la comparación de los hombres que jamás desean saber del amor, del amor único y verdadero, del amor que todo lo eleva, que es entrega, que es oblación unidos a Cristo.

Su venida está ya pronto y a cuántos encontrará ocupados en las cosas del mundo y despreocupados, sin importarles la proximidad del Reino de Dios; cuántos lo saben, cuántos han sabido por las manifestaciones que María o Jesús y los Ángeles les han avisado que deberían estar ya preparados.

“¡Deteneos!”, - dijo el Ángel a los cuatro puntos cardinales -, “no hagáis mal al hombre, ni a los árboles, ni cosa alguna creada por Dios, hasta que estén sellados los Siervos de Dios”. Pues Yo les digo los sellados están ya y la orden pronto será ya dada para que comiencen los Ángeles Exterminadores y será en el momento menos pensado. Es por esto que se me ha pedido a mí, José, que os lo diga, que no pierdan el tiempo porque ese tiempo ya no regresará y una hora, un minuto, un segundo de vuestra vida perdido jamás será recuperado todo al Señor, no por miedo, sino por amor, porque el árbol, el pájaro, el gusano y todo ser viviente serán destruidos sin haber pecado y junto con ellos el pecador que se aferra a su maldad y no se arrepiente de haber sido la causa de esta gran purificación.

Estad en gracia de Dios, Yo os exhorto hermanos, porque el tiempo está cerca y el Señor es más ofendido, olvidado, pospuesto y despreciado, llorad, sí, aún es tiempo porque la justicia será como una descarga eléctrica que no os dará tiempo de nada.

Llorad y pedid perdón, pues María llora de ver tanta ofensa al Dios que es Amor.

4 de marzo de 1983

Tercer viernes de Cuaresma, 1er. Viernes del mes de marzo.

Señor San José

Siervos del Divino Amor

miércoles, 12 de marzo de 2014

LIBRO 3 No.28 MI DESEO ES QUE NINGUNO SE PIERDA

 

“Mi deseo es que ninguno se pierda”.

 

JESUCRISTO Y NIÑO

 

Dime hija ¿cómo crees tú que me agradaría más que tú me amaras; dime cómo, según tu corazón, me amarías como nadie me ha amado?

Señor, sabes bien mi miseria y mi nada, mas si te he pedido me concedieras la gracia de amarte como nunca has sido amado y si Tú me has hecho sentir este deseo en mi corazón, a pesar de mi nada, así será. Tengo confianza porque para Ti no es imposible, uniéndome a Ti con tus méritos y tu propio Corazón y el de María, lo lograré: Mi deseo es atraer almas a tu Corazón y tu deseo es la salvación de las almas, pues que no tenga yo Jesús otro deseo que el de tu Corazón.

Es verdad, hija mía, que al ser enviado por mi Padre al mundo fue su gran Amor por la salvación de las almas y Yo, haciendo la voluntad de mi Padre, mi existir en la tierra no fue otro mi anhelo que rescatar las almas del pecado para así dar gloria a mi Padre.

Mi sed de almas crece, cuánto más crece la maldad, porque sí di mi sangre por todos. Yo la sigo ofreciendo y no hay segundo que no la ofrezca en cada Misa, en cada Comunión recibida dignamente, los frutos son almas rescatadas para la eternidad, así mi deseo es que ninguno se pierda porque Yo vine por el enfermo y dejo las 99 ovejas por una que esté descarriada para atraerla al redil. Luz vine a dar a los que permanecían en tinieblas y que al aceptarla jamás caminarían ya en la oscuridad porque mi yugo es suave conociendo mi verdad porque Yo soy el camino y sólo por Mí encontraréis la felicidad porque mi Reino Yo os he entregado para que gocéis de él.

Gran fiesta será cuando uno de los perdidos es rescatado porque mi Corazón es lleno de júbilo de ver cerca de mi Corazón aquél que moría de frío lejos de Mí, pues fuego soy y el que se aleja de Mí muere de hambre y frío porque Yo soy la vida y el que a Mí me tiene nada le falta.

21 de diciembre 1982

Sagrado Corazón de Jesús

Siervos del Divino Amor

miércoles, 5 de marzo de 2014

LIBRO 3 No. 27 LA ANUNCIACIÓN Y EL CUMPLIMENTO DE LAS PROMESAS DE DIOS

 

“LA ANUNCIACIÓN Y EL CUMPLIMIENTO DE LAS PROMESAS DE DIOS”

 

ANUNCIACION1

 

Tus manos son para servir pues tu corazón es para amar y por eso te digo escribe esto que Yo deseo les hagas saber a tus hermanos porque Yo Jesús, su hermano, su Dios, les dice:

El desquiciamiento del pecado reina ya en toda la tierra y en verdad les digo que Mi Venida está pronta, porque Mi Padre no desea la perdición del pecador y es por esto que estaré de nuevo ante el hombre necio, insensato, que ha querido más las tinieblas que La Encendida Luz.

Yo estoy siempre esperando pacientemente al pecador para perdonarle y en el último momento de su muerte Yo lo espero con gran amor porque di Mi Vida para su salvación, ¡aunque parezca que todo está perdido! Recuerden  mi infinita Misericordia, porque ésa a nadie ha engañado, porque Yo Soy el sol que alumbra con amor a buenos y malos.

El día que María, con su candor y dulzura, dijo “Sí” al ángel, para dar paso al principio de la Redención del Hombre, los ángeles cantaron y toda la naturaleza se estremeció de ver que al fin el Redentor estaría para rescatar a su pueblo esclavo, por el pecado condenado.

¡Ah, hijitos! Soy Jesús, Verbo Encarnado, la Palabra misma de Dios y el que a Mí me escucha, escucha al Padre Salvador, porque Soy la Vida y el que por Mí viene llegará al Padre que os ama con ternuras y delicadezas de Padre amorosísimo, pues Él en su Sabiduría ya os tenía en su mente desde la eternidad y, en verdad les digo, para aquellos que triunfan y tengan confianza todo se realizará, pues todo pasa, mas las promesas de vuestro Dios jamás se pasarán.

La aurora comenzaba y María oraba en silencio, su Corazón adoraba con ternuras a su Dios único y verdadero. Del cielo bajó hermoso Arcángel, siendo el Mensajero de Dios, con alegría y lleno de amor se postró donde María adoraba a Dios. Comenzó a hablar con María que, al contemplarlo, se llenó de asombro al escuchar las palabras que para Ella eran dirigidas: - “María, Dios te salve, llena eres de gracia ante los ojos del Altísimo.” – María, con gran humildad, reclina su cabeza y sus hermosos ojos brotaron en llanto por la gratitud de su Dios. – “Bendita eres entre todas las mujeres.” - Y esto la llenó de más humildad, pensando que era tan pobre, tan llena de humildad, que no comprendía el por qué a Ella se dignaba Dios dirigirse con estas palabras de amor.

Al preguntarle el Arcángel si deseaba ser la Madre del Salvador, su Corazón saltó de gusto. Aún se le mostró que no todo sería gozo, sino martirio, también significaría ser la Madre de Dios. María piensa de inmediato en su promesa de castidad a su Dios y esto la hizo reflexionar y diciendo con gran candidez ¿cómo?, si Ella seguía siendo pura y virgen, eso se realizaría. El Arcángel sonrió de ver que María defendía su castidad y le dijo: - “No temas, María, pues esto será por obra y gracia del Espíritu Santo que posará sobre ti.” - “Yo” – dijo María, inclinándose hasta el suelo – “Hágase en Mí la voluntad de Dios. Aquí la esclava del Señor, porque en Mí se cumplirá como dice el Señor.”

Llena de alegría toda la tierra se estremeció de ver que ese “Sí” cambiaba todo y el cielo era abierto porque el Redentor venía con gran gloria y majestad.

18:30 Hrs., 25 de marzo de 1982.

Sagrado Corazón de Jesús.

Siervos del Divino Amor.